Anecdotas de mi boda Parte 2

Después de toda la angustia por el relato anterior, me fui a la peluquería y todo parecía que iba a salir bien… me peinaron, maquillaron hicieron la manicura y todo en el tiempo previsto. Llegué a mi casa, me vestí, me vinieron a buscar en un flamante vehículo y me fui para la iglesia. En el camino (de La Candelaria a Chacao) comenzó a caer un palo de agua de esos que hacen bajar toda clase de cosas por las calles. Llegué a la iglesia y un río de agua negra corría ….y yo con mi vestidito blanco!!!! Pues a la hora de bajarme, afortunadamente ya había escampado y el chofer del vehículo se acercó todo lo posible a la acera para que yo, vestido de novia arremangado hasta la mitad, pudiera bajarme….Salí ilesa!
Me quedé en la puerta de la iglesia pues mi mamá me había obligado a bajarme del carro porque ique ya era tarde, pero la niña del cortejo no había llegado aún (por la lluvia) y el sacerdote no estaba listo (no supe la razón)…sin embargo allí estaba yo, preparada para mi entrada triunfal, dirigiendo la entrada del niño del cortejo y su hermanito (supliendo a la niña) y mis amigos cercanos como madrinas y padrinos, etc.. Total que entré del brazo de mi papá y cuando llegué al altar estaba Juancho esperándome muy tranquilo (luego me enteré que estuvo bebiéndose una botella de ginebra toda la tarde mientras yo decidía si me casaba o no...definitivamente, al inocente lo protege Dios, o no?) y pasaron 5 laaaargos minutos antes que entrara el sacerdote.
Comenzó la ceremonia sin mayores inconvenientes hasta que mi sobrino menor (para la época tenia 3 o 4 años) le dió por correr a todo lo largo de la iglesia, altar incluido (muy cómico se ve en el video)… el sacerdote bajó el micrófono y dijo a los que estábamos en el altar “alguien puede controlar a este niño?” yo miré a mi cuñada y ella salió con el niño en brazos…nunca supe que hizo con el, pero pudimos continuar sin mas inconvenientes…. Cuando llegó el momento de colocarnos los anillos, Juancho le dijo al sacerdote que tuviera cuidado para que no los confundiera, a lo que el sacerdote le respondió: “pero hijo, eso no puede ser posible, porque tu anillo parece un llavero y el otro es la ñapa que te dieron cuando lo compraste” (mi anillo es talla 7 y el de Juancho talla 12….!) La risa se apodero de nosotros….

Afortunadamente terminó la ceremonia sin mayores contratiempos y ya en la puerta de la iglesia la gente se acercó a felicitarnos, incluido un pordiosero, al que Juancho muy amablemente le dio la mano creyendo que lo estaba felicitando por la boda hasta que le entendió que lo que estaba haciendo era pidiendo una limosnita y por eso había extendido la mano….. jajajajajajajajajajajaja

Llegamos a la recepción y para continuar con los detallitos, al entrar nos esperaba la consabida campana y el arroz… pues bien, la dichosa bolsita se despegó completa y le cayó a Juancho en la cabeza, nuestro padrino la recogió del piso y la abrió con las manos para lanzar el arroz.
Luego del brindis, abrimos la pista de baile con el tradicional vals, luego pasodoble y ya no hubo quien detuviera a las almas ávidas de rumba. Nosotros nos dispusimos a cumplir con las fotos, los saludos mesa por mesas y una que otra escapadita a la pista de baile y al baño (por mi parte), como es lo normal. Resulta que en una de esas idas mías al baño, Juancho se acerco al bar a pedir una bebida y le llegó un invitado para felicitarlo, creía el, pues el tipo comenzó a hacerle “cariñitos” en la oreja y hacerle propuestas fuera de lugar, para una persona que esta celebrando su matrimonio.... suponemos que ya venia “colocado” y la champaña le exaltó sus buenos deseos….que tal?
Para finalizar, no podia olvidar a los infaltables "arroceros" que salieron en las fotos... siempre pensamos que eran los novios de unas primas de Juancho, pero hasta el sol de hoy, nadie sabe quienes son!
Hasta aquí las anécdotas mas resaltantes de la iglesia y la recepción… próximamente el cuento de la luna de mil, loco incluido……esta vez en serio!!!!!!!!!!!!!!!!!