Para esos momentos en los que la vida me hace reflexionar y necesito sacarlo.....

lunes, 20 de agosto de 2007

Hay cosas que nunca cambian.... o si???

Cuando somos niños, solo pensamos en crecer…..

Supongo que no todos tenemos las mismas razones para ello, pero en mi caso habia un millon. Entre las razones mas superficiales, estan ponerme la ropa y los tacones de mi hermana mayor, usar brassier, maquillarme, afeitarme las piernas, tener las uñas largas y pintarmelas y un largo etcetera, que no acabaria jamas.

Los varones tambien quieren crecer y evidentemente, las razones son distintas, pero entre ellas me parece que hay una que sobresale entre todas y es aprender a menejar. A proposito de esto, viene a mi memoria un episodio.

Mi familia paterna es del interior y hace algunos años, mi papa, que fue el primero en venirse a la capital, trajo a algunos de sus hermanos y sobrinos a estudiar. Uno de estos primos, en sus años mozos de adolescente, “tomo prestado” al carro que con tanto sacrificio le habian comprado a mi tio paterno, que se habia venido a estudiar medicina.

Por supuesto, cuando “alguien” noto la ausencia del carro en el estacionamiento, llamo a mi papa (responsable de la familia) y le aviso (nunca falta un chismoso) no solo que el carro no estaba, sino que lo habian encontrado estampado en un arbol. Yo nunca me entere de este alboroto (claro por ser chiquita y los chiquitos no son gente), hasta que vi llegar a mi papa algo mas temprano de lo usual, soltar el maletin y el saco, arremangarse la camisa y salir con la correa mas gruesa que tenia.

Demas esta decir y, no creo que sea muy dificil de imaginar, lo que mi papa le hizo a mi primo. Paso algun tiempo antes que voloviera a verlo (creo que hasta lo regresaron castigado), pero lo que si me quedo claro es que ni de vai… me robaria un carro cuando creciera, porque mi papa me iba a reventar!!!!!

Veinticinco años despues aproximadamente,
la historia se repite con mi sobrino, con la diferencia de que mi hermana le dio las llaves del carro (el no se lo robo) para que fuera a buscar a su hermano menor (y de noche). !El chamo monto a una patota de niños como el en el carro y salio. Cuando venian de regreso, se comio un semaforo y pum! se estamparon contra otro carro y voila


Doy infinitas gracias a Dios porque no hubo ni una sola gota de sangre y según mi papa, menos mal que el tanque de gasolina no iba lleno porque si no el cuento fuera distinto.

Definitivamente, hay cosas que nunca cambian a pesar de los años……verdad?

1 comentario:

. dijo...

Es como si la vida nos diera deja vu 's pero con diferentes actores, jeje