El Santa del CCCT

Desde que era pequeña deseaba con mucha ilusión que llegara diciembre, no sólo por las vacaciones, la comedera de dulces y los regalos, sino porque había algo en la ciudad que me emocionaba mucho y era ver la figura de San Nicolás con su trineo lleno de regalos y halado por Renos, que religiosamente encienden en el CCCT.

Si no me equivoco, fue la primera figura iluminada de tales dimensiones que inundaba la ciudad o al menos la que yo recuerdo como la primera (sin contar la cruz del Avila, por supuesto), la cual anhelaba ver desde la autopista al pasar en carro. Luego con el pasar del tiempo, han surgido nuevos adornos por toda la ciudad, los arbolitos, los nacimientos, las coronas, las campanas, etc. Es increíble como ese juego de luces hace que el ambiente cambie y te olvides por un momento de la cola, el gentío, el stress mientras disfrutas las imágenes, que año tras año tratan de ser superadas por nuevos retos.

Al Santa del CCCT también le ha llegado su renovación anual, ya que esta figura inicialmente sólo tenía bombillos amarillos (se acuerdan?) y de un tiempo para acá esta invadida de colores, pero esa renovación no impide que la nostalgia me invada cada vez que la veo y me haga sentir como en la infancia, deseando que el trayecto no termine nunca, es más deseando poder ir bien despacito en el carro para apreciarla en toda sus magnitud.

Este año, a pocos metros de distancia, han puesto en Chacao una lluvia de flores y dos guardianes a cada lado de la autopista, lo cual también es un espectáculo, sobre todo de noche por la iluminación que tiene, pero que va, no lo cambio por mi Santa del CCCT

Fotos cortesía de José Antonio Macía